EL EXTRAÑO CASO DEL DIOS QOS:
¿POR QUÉ LA DEIDAD EDOMITA/IDUMEA NO ES MENCIONADA EN LA BIBLIA?

Juan Manuel Tebes

Universidad Católica Argentina – CONICET

Juan_Tebes@uca.edu.ar

https://orcid.org/0000-0002-9623-3380

Resumen: En la Biblia hebrea no existe ninguna referencia directa al dios edomita/idumeo Qos, a pesar de la plétora de evidencias epigráficas y arqueológicas que nos hablan del culto de esta deidad durante todo el primer milenio a. C. Esto ha llevado a algunos estudiosos a sugerir que los cultos de Israel y Edom estaban estrechamente relacionados, e inclusive que Yahvé y Qos compartían características similares, sino es que eran el mismo dios. El objetivo de este artículo es contextualizar el culto a Qos en base a las evidencias disponibles, estudiar algunas posibles (pero veladas) referencias bíblicas a Qos presentes en nombres teofóricos y en juegos de palabras y, en base a ello, explicar el contexto histórico que llevó a la amnesia histórica de Qos en la Biblia hebrea.

Palabras clave: Qos. Yahvé. Biblia Hebrea. Edom. Idumea.

The Strange Case of God Qos:
Why is the Edomite/Idumaean Deity not mentioned in the Bible?

Abstract: In the Hebrew Bible there is no direct reference to the Edomite/Idumean god Qos, despite the plethora of epigraphic and archaeological evidence that attest the worship of this deity throughout the first millennium BCE. This has led some scholars to suggest that the cults of Israel and Edom were closely related, and that even Yahweh and Qos shared similar characteristics, if not that they were the same god. The objective of this article is to contextualize the cult of Qos on the basis of the available evidence, to study some possible (but veiled) biblical references to Qos present in theophoric names and play words, and on this basis to explain the historical context that led to the historical amnesia of Qos in the Hebrew Bible.

Keywords: Qos. Yahweh. Hebrew Bible. Edom. Idumaea.

La Biblia hebrea habla muy poco de la religión de los edomitas, a pesar de que este pueblo transjordano figura de forma destacada en los relatos patriarcales, los libros históricos y los textos proféticos. Más aún, el nombre de Qos, la principal deidad edomita, está notoriamente ausente en el texto bíblico, a diferencia de las diversas alusiones a los dioses de los otros pueblos transjordanos, los amonitas y los moabitas. ¿Es esto una mera coincidencia o, como han sugerido algunos estudiosos, los cultos de Israel y Edom estaban más estrechamente relacionados de lo que el texto bíblico quiere hacernos creer? En este artículo intentaremos ofrecer una respuesta a este importante problema, primero contextualizando el culto de Qos en base a las evidencias epigráficas y arqueológicas disponibles, luego estudiando algunas posibles –pero veladas– referencias bíblicas a Qos presentes en nombres teofóricos y en juegos de palabras, y por último explicando el contexto histórico que llevó a la amnesia histórica de Qos en la Biblia hebrea*.

Qos en la epigrafía y la arqueología

El marco temporal de las fuentes escritas que se refieren a Qos es muy amplio, extendiéndose entre los siglos xiii-xii a. C., con las primeras menciones a Qos en las inscripciones egipcias del Reino Nuevo, hasta los primeros siglos d. C., con las muchas referencias en inscripciones griegas, thamúdicas y safaíticas1.

El nombre Qos aparece escrito por primera vez, con bastante probabilidad, en inscripciones egipcias del Reino Nuevo, de finales del segundo milenio a. C. Entre las inscripciones de templos del período ramésida (siglos xiii-xii a. C.), destacan cinco nombres que contienen la partícula q-ś, identificada por algunos estudiosos como el nombre teofórico Qos e interpretados como nombres de clanes o tribus edomitas que vivían en el cinturón árido del sur del Levante (Néguev, Edom)2.

Pero no es hasta el siglo viii a. C. cuando el nombre Qos (qws) aparece claramente como un elemento independiente en inscripciones religiosas y como componente teofórico en nombres personales edomitas, especialmente en dos de los tres nombres conocidos de “reyes” edomitas (Qaus-malak y Qaus-gabri) y otros funcionarios edomitas. El nombre Qos se ha relacionado con el etimónimo árabe qaws (“arco”) y, por tanto, este dios suele identificarse como una deidad de la guerra o de las tormentas, aunque esta interpretación no está exenta de problemas3.

Sabemos que Qos era adorado en el norte del Néguev durante la Edad del Hierro Tardío (siglos vii-vi a. C.), ya que aparece en breves textos epigráficos encontrados en Horvat ‘Uza y Horvat Qitmit4. En este período se establecieron fuertes vínculos sociales y comerciales entre la región del Néguev y Edom, como lo demuestra la distribución de la llamada cerámica de Transjordania Meridional-Néguev (también conocida como cerámica “edomita”) en el Néguev. Es probable que algunos grupos edomitas hayan emigrado desde Transjordania meridional al Néguev a partir de finales del si­glo viii a. C.5 El culto a Qos no se limitaba a las ciudades y a los lugares fortificados, ya que también se realizaba en pequeños santuarios rurales y en el desierto. Una fuente neoasiria del siglo vii a. C. que describe varios sitios visitados por los ejércitos asirios en Transjordania, preserva probablemente el nombre de uno de esos de esos santuarios, Hirataqaz/saya, que contiene el elemento teofórico Qos6. El culto a Qos entre los nómadas del desierto está atestiguado en una inscripción rupestre de la Edad de Hierro encontrada en un lugar remoto del sureste de Jordania, en la que se invoca a Qos junto con los dioses Milkom y Kemosh para la protección de los pozos locales7. Un santuario dedicado a Qos se excavó en Horvat Qitmit, un santuario al aire libre que funcionó entre finales del siglo vii y principios del vi a. C. Como vimos, varias inscripciones halladas allí hacen referencia a Qos, y a esto debemos agregar varias estatuillas y vasijas cúlticas que muy posiblemente presenten iconografía relacionada con Qos, aunque es difícil identificar imágenes de Qos mismo8. Otro pequeño santuario al aire libre fue excavado en ‘En Hazeva, en el norte del Valle del Arabá, con una iconografía cúltica muy similar, aunque desafortunadamente ninguna inscripción que la pueda relacionar directamente con Qos9. Este dios era ciertamente conocido en el noroeste de Arabia, como atestiguan varios nombres con el elemento -qws hallados en inscripciones de la ciudad-oasis de Dadan10.

Fue durante los períodos persa y helenístico cuando el culto a Qos alcanzó su máximo esplendor, coincidiendo con la migración de grupos edomitas a las colinas del sur de la antigua Judá, región que ahora se conocía con el nombre griego de Idumea11. Los datos de los aproximadamente 2.000 óstraca arameos de los yacimientos idumeos (algunos excavados, otros sin procedencia cierta), incluyendo Laquis, ‘Arad, Beersheba, Maresha y Khirbet el-Kom (Makkedah), muestran una comunidad vibrante y multiétnica en la cual personas de diferentes etnias convivían, se casaban y hacían negocios juntos. La gran mayoría de los óstraca datan de las últimas décadas de la dominación persa y de principios del período helenístico, por lo que son testigos de las últimas etapas de cambios demográficos a largo plazo que habían comenzado siglos antes. A partir de los óstraca idumeos, conocemos docenas de nombres individuales con el elemento teofórico Qos12. Qos también era venerado por la comunidad idumea que vivía en Egipto, como atestiguan inscripciones locales en griego ya en el siglo ii a. C.13 Qos fue una de las varias deidades veneradas por los nabateos, aunque su culto está atestiguado solo por dos inscripciones dedicatorias encontradas en Bosra, en Siria, y Khirbet at-Tannur, en Jordania meridional14. Precisamente, en Khirbet at-Tannur se excavó un templo nabateo que funcionó entre los siglos i y iv d. C., y donde se practicaba el culto a Qos, atestiguado tanto por la inscripción recién mencionada, así como por varios elementos iconográficos15. Aunque son difíciles de datar, las inscripciones rupestres en escritura thamúdica y safaítica atestiguan el culto a Qos entre los pueblos nómadas de los desiertos de Siria y Jordania durante los primeros siglos de la era cristiana, la mayoría de ellas consistentes de nombres teofóricos con la partícula -qws16.

A pesar de la gran cantidad de inscripciones que atestiguan el culto de Qos durante todo el primer milenio a. C., Qos nunca es mencionado por su nombre en el texto bíblico, al menos no explícitamente. Y digo explícitamente porque existen varias referencias veladas a Qos en el texto bíblico, tanto en nombres teofóricos como en juegos de palabras, que pueden interpretarse como una referencia, oblicua, al dios edomita.

Casos de israelitas que adoraban deidades edomitas y viceversa

Al menos un texto bíblico hace una referencia de pasada a algunos judaítas que adoraban a deidades edomitas. En 2 Cr 25,14 se hace referencia a que el rey judaíta Amasías introdujo “dioses” de Edom, a los que se refiere con el término arcaico “hijos de Seir” (’lhy bny ś‘yr).

Después de regresar Amasías de su victoria sobre los edomitas, introdujo los dioses de los seiríes; eligió los dioses de ellos, postróse ante ellos y les quemó incienso (2 Cr 25,14).

Crónicas es una obra del período persa, que utilizó el libro de los Reyes como fuente primaria17. El hecho de que el afecto de Amasías por los dioses edomitas no aparezca en el texto paralelo de 2 Re 14,7 sugeriría que el autor de 2 Cr 25,14 está reflejando aquí la situación de su propia época, cuando el culto a las deidades edomitas en la provincia persa de Yehud era común.

Lo contrario también es cierto: conocemos al menos a un edomita como adorador de Yahvé. Este es el caso de Doeg, uno de los servidores de Saúl que David encontró cuando buscaba refugio en Nob:

Estaba allí aquel día uno de los servidores de Saúl, detenido ante Yahveh; se llamaba Doeg, edomita, el más robusto de los pastores de Saúl (1 Sam 21,8).

A pesar de los aparentes antecedentes yahvistas de Doeg, fue este quien informó a Saúl del encuentro de David con el sacerdote Ajimelec, siendo él mismo quien llevó a cabo las ejecuciones de los sacerdotes de Nob (1 Sam 22,9-10.18.22)18.

Casos de personas con nombres teofóricos edomitas

Otra pista importante proviene de los nombres de algunos personajes cuyo significado puede interpretarse como relacionado con su origen o filiación religiosa edomita19. Este es el caso de tres nombres:

– Obededom (‘bd ’dwm):

Este nombre suele interpretarse de dos maneras: como una referencia al pueblo edomita o la entidad política Edom (“sirviente de Edom”20, “él, quien sirve a los edomitas”)21 o a un dios llamado Edom o directamente a Qos (“sirviente del (dios) Edom”22, “sirviente de Qaus, el dios/señor de Edom”23, “sirviente de Adom”)24. Aparece como nombre de cuatro individuos, entre ellos Obededom el “Gittita”, a cuya casa llevó David el Arca (2 Sam 6,10-12; 1 Cr 13,13-14); Obed Edom ben Yedutún, un levita que sirvió como portero y músico ante el Arca en tiempos de David (1 Cr 15,18.21.24-25; 16,5.38); probablemente el mismo Obededom cuyos descendientes figuran como porteros del templo en 1 Cr 26,4.8.15. También se menciona a otro Obededom que vivió durante el reinado de Amasías, esta vez cuidando los tesoros del templo cuando este fue saqueado por Joás, rey de Israel (2 Cr 25,24).

– Barcós (brqws):

Literalmente, “hijo de Qos” en lengua aramea. Solo aparece una vez en la Biblia, como nombre de un jefe de familia de los esclavos judaítas del templo (nethinim) que regresaron del cautiverio babilónico (Esd 2,53; Ne 7,55). Este nombre aparece en un óstracon arameo hallado en la Beersheba del período persa y en una inscripción de la Babilonia del siglo vi/v a. C. (ba-ar-u-su)25. Lexicones antiguos, que no conocían estos nombres extrabíblicos, traducían el nombre Barcós de manera diferente, con términos como “pintor” (a partir de rqm, “adornar con colores”)26. Knauf traduce el nombre como “Qos resplandecía” (“Qôs gleamed forth”) a partir de paralelos lihyianitas y safaíticos27, mientras que Hidalgo-Chacón Díez sugiere la traducción “ternero de Qos” (Kalb des Qōs/Qēs), a partir del término būr (“ternero, becerro”)28. Sin embargo, el uso de qs en las inscripciones arábigas septentrionales debe tomarse con mucha cautela, ya que también podrían referirse a nombres arábigos muy utilizados como Qas, Qais y Quss, o a la palabra qass (“un buen pastor”)29.

– Cusaías (qwšyhw):

Este es un nombre que algunos han sugerido presenta el nombre Qos30. El nombre Cusaías se menciona como padre de Etán, un levita merarita que acompañó al Arca en su regreso a Jerusalén (1 Cr 15,17). Es probable que una versión abreviada de este nombre aparezca en el levita merarita Quisí (qyšy), padre de Etán, hijo de Abdi (1 Cr 6,44) y en el levita Quis (qyš), hijo de Abdi (2 Cr 29,12). Theodore G. Vriezen sugirió hace tiempo la posibilidad de que este nombre podría significar “Qos es Yahvé” (“Quš is Jahu”), aunque sin embargo encontró tal tipo de nombres compuestos sincretistas “virtualmente imposibles”31. Un tanto similar, el lexicón de Gesenius sugiere el nombre “arco de Yahvé (es decir, el arcoíris)”32, un término bastante apropiado dado que, como hemos visto, la etimología del nombre Qos está tradicionalmente asociada con el árabe qaus, “arco”. El término para “arco” en hebreo bíblico no es qwš, sino qšt (aunque sí existe el verbo relacionado qwš, “encovarse, doblarse [como un arco]”)33, por lo que esto confirmaría el carácter no-hebreo (es decir, edomita) del nombre. Esta idea ha sido descartada por Knauf sobre la base de que Qos aparentemente nunca se escribía con š34. Sin embargo, al menos un texto epigráfico (óstracon A6 de Hesbón, de finales del siglo vi a. C.) se refiere a qšmlk (“Qos es/se ha convertido en rey”), un nombre que aparece como qsmlk en otros lugares35.

Referencias bíblicas veladas a Qos

Aparte de los nombres teofóricos, hay dos textos bíblicos que pueden contener referencias oblicuas a Qos, jugando con las similitudes grafémicas y fonéticas con el nombre del dios edomita. El primero es Pr 30,29-31:

29 Hay tres cosas de paso gallardo
y cuatro de elegante marcha:
30 el león –fuerte entre los animales–,
que ante nada retrocede,
31 el esbelto gallo o el macho cabrío,
y el rey que arenga a su pueblo.
(Pr 30,29-31)

El v. 31 es de una lectura muy problemática, pero para nuestros propósitos es útil centrarse en la frase wmlk ‘mw ’lqwm, traducida generalmente en el sentido de “y el rey que arenga a su pueblo”. Algunos estudiosos han visto en la palabra ’lqwm una referencia velada a Qos, una opinión que tiene más de cien años. Así, de acuerdo a Felix E. Peiser, si se cambia la última m por š, la última parte de este verso podría leerse como “y un rey, con el que está El-Qoš” (“und ein König, mit dem El-ḳȗš ist”)36. Vriezen, partiendo de la propuesta de Peiser, prefiere cambiar m por s, lo que sería más acorde con la grafía del nombre Qos tal cual se utilizaba en Edom. Según este autor, el sentido original de este texto, “y el rey con el que está el dios Qos” (“and the king with whom the god Qos is”), se explicaría por el carácter original edomita de estos proverbios, que fue posteriormente borrado al incorporarse al corpus literario israelita37.

Nuestro último texto bíblico es Lm 4,21, una referencia irónica a Edom:

Sin. ¡Regocíjate, exulta, hija de Edom,
que habitas en el país de Us!
¡También a ti pasará la copa:
te embriagarás y te desnudarás!
(Lm 4,21)

Aquí el texto clave es gm ‘lyk t‘br kws, interpretado como una imprecación contra Edom, utilizando la metáfora bíblica de la copa llena del vino de la ira de Yahvé: “también a ti pasará la copa”. En un artículo reciente, Gard Granerød ha sugerido que el autor bíblico está jugando aquí con las similitudes escritas y orales entre las palabras kws (copa) y qws (Qos). El problema, por supuesto, es que, en la pronunciación antigua, la k no sonaba exactamente como la q. Aunque el verbo t‘br es femenino y congruente con kws más que con qws, Granerød indica que el texto estaría haciendo una referencia velada al dios edomita Qos, en la línea de una traducción “¡A ti también, que pase Qos!” (“To you, too, may Qos pass by!”)38.

La amnesia histórica respecto de Qos

Esta breve reseña nos da un indicio de que los autores bíblicos sabían más de la religión edomita de lo que a primera vista parece. Ahora bien, ¿por qué las referencias a Qos solo están ocultas tras los nombres teofóricos edomitas o escondidas detrás de juegos de palabras?

Varios estudiosos han sugerido que los cultos de Yahvé y Qos presentaban rasgos similares o que, incluso, ambas deidades se originaron a partir de raíces comunes. Si ello fuera así, esto explicaría la ausencia de referencias bíblicas a Qos, ya sea por una reticencia o vergüenza por reconocer el parecido con Yahvé, ya sea porque la equiparación de Yahvé con Qos estaba implícita para los autores bíblicos. Este punto de vista tiene una larga historia en los estudios bíblicos, un tema que está intrínsecamente imbricado con la cuestión de los orígenes meridionales de Yahvé. Podemos remontarnos a estudios, ya antiguos, como los de Arent Wensinck y el ya mencionado de Vriezen39. En un artículo muy influyente, Martin Rose propuso que tanto Israel como Edom habían compartido originalmente el culto a una deidad El con el posible nombre de YHW. Mientras que en Israel esta deidad se convirtió en Yahvé, en Edom fue suplantada por Qos, quien fuera introducido desde Arabia en el siglo viii a. C. y diera su nombre a la antigua deidad edomita40. En una respuesta a Rose, John Bartlett señaló que, si bien no se puede descartar un origen árabigo de Qos, este era ciertamente conocido en el sur del Levante mucho antes del siglo viii a. C.41 La propuesta de Rose ha sido recientemente tomada por Nissim Amzallag, para quien Qos no fue ni más ni menos que “un epíteto edomita para Yahvé, más que una deidad autónoma”42. Del mismo modo, Justin Kelley llegó a la conclusión de que Yahvé y Qos coexistieron en un panteón primitivo, o incluso como la misma deidad de la tormenta, entre las tribus del noroeste de Arabia que acabarían habitando en Judá y Edom43.

A pesar de lo atractivo de estas propuestas, está claro que Yahvé y Qos fueron, desde un comienzo, deidades diferentes, aunque ambas surgieron en entornos sociales, geográficos y temporales similares. Ambos dioses aparecen por primera vez en inscripciones egipcias que datan de finales del segundo milenio a. C. Aunque estas fuentes son muy difíciles de interpretar, Yahvé y Qos fueron probablemente deidades tribales adoradas por los pueblos nómadas que vivían en el cinturón árido del sur del Levante (Néguev, Edom) durante la Edad del Bronce Tardío. El nombre “Shasu-Yahu”, probablemente la referencia más antigua a Yahvé, aparece en inscripciones de los templos egipcios de Amara Oeste y Soleb, en Nubia, que datan de los siglos xiv y xiii a. C., aproximadamente al mismo tiempo que las primeras atestaciones a Qos, estando Yahu también relacionado con el sur árido. No está claro si se trata de referencias a grupos tribales, a lugares o a deidades, o a todas estas cosas al mismo tiempo. Sin embargo, estas fuentes muestran que las deidades (o lo que pronto serían deidades) Yahvé y Qos eran conocidas por los pueblos nómadas del Néguev y Edom durante la Edad del Bronce Tardío. En algún momento, se convirtieron en las deidades patronas de entidades políticas emergentes de la Edad del Hierro: Yahvé en Israel y Judá en el siglo x a. C., Qos en Edom en el siglo viii a. C.44

Entonces, ¿cómo encaja esto en las referencias oblicuas a Qos en la Biblia? Podemos sugerir dos razones principales para la amnesia histórica de la Biblia respecto del dios edomita.

La primera es la creciente popularidad del culto a Qos en Idumea durante los períodos persa y helenístico. Recordemos que el territorio de la “eparquía” o “satrapía” de Idumea, establecida a finales del siglo v o principios del iv a. C., comprendía aproximadamente la parte meridional del antiguo reino de Judá. Los límites de Idumea estaban más o menos claros en el norte, ya que limitaba con Yehud (y luego Judea) a lo largo de una línea que se extendía entre ‘En Gedi en el Mar Muerto y Tel Sochoh al oeste, pero eran más imprecisos en el oeste, donde limitaba con Filistea, y en el sur, donde probablemente incorporó la mayoría de los sitios en los valles de Beersheba y Arad, incluyendo Tel ‘Aroer, Tel ‘Ira, Horvat ‘Uza y Horvat Radum45. Los estudios onomásticos de los óstraca idumeos han revelado los diferentes orígenes étnicos de la población local, aunque la identificación de grupos étnicos a partir de nombres teofóricos no está exenta de problemas. La población de Idumea era una sociedad multicultural, en la cual idumeos, árabes, judaítas y otros pueblos coexistían pacíficamente, si no se mezclaban entre sí. Un análisis estadístico realizado por Ian Stern de unos 1.300 nombres encontró un alto porcentaje (32%) de nombres árabes, seguidos de nombres idumeos (27%), semíticos occidentales en general (25%), judaítas (10%) y fenicios (5%). La deidad más frecuente como elemento teofórico era Qos, seguido de deidades como El, Baal, YHW(H), y otros46.

La popularidad de Qos chocaba con las nociones de firme monoteísmo y pureza étnica de los círculos sacerdotales de Yehud, más aún cuando se practicaba en el antiguo territorio de Judá. Como tal, Qos se convirtió en un competidor directo de Yahvé. Paralelamente a la ausencia de Qos, es notoria la ausencia, en los libros de Esdras y Nehemías, de referencias a la población idumea, una amnesia histórica que resulta más elocuente dadas las frecuentes alusiones a los árabes, sus otros vecinos (ciertamente no amistosos) que vivían al sur de Yehud47.

La segunda razón de las referencias veladas a Qos en la Biblia son los conflictos por la presencia de edomitas que ocupaban, o pretendían ocupar, cargos de culto en el templo de Jerusalén de Yehud. Como hemos visto, es muy característico del libro de Crónicas nombrar a personajes con nombres edomitas o edomitizantes como titulares de cargos cultuales en tiempos del rey David y en períodos posteriores. Los davídicos Obededom y Cusaías pueden verse como los antepasados epónimos de personas del mismo nombre que vivían en la Jerusalén de Yehud48. Es probable que el Cronista haya transformado aquí a un personaje originalmente no israelita como Obededom en un piadoso levita49. La presencia de personas con antecedentes edomitas en puestos cultuales fue probablemente una fuente de discordia para los autores de Esdras y Nehemías, lo que llevó a un deliberado olvido literario en el que la única pista sobre el origen de los personajes son sus nombres teofóricos.

Aunque con intenciones diferentes, obras poéticas como Pr 30,29-31 y Lm 4,21 jugaron con las similitudes grafémicas y fonéticas del nombre Qos para elogiar o denostar a la deidad edomita. Entonces, ¿los israelitas y los edomitas adoraban al mismo dios? Ciertamente no. Esta conclusión surge de una interpretación incorrecta del desprecio bíblico hacia los edomitas/idumeos, pero esto dice más sobre la memoria selectiva de los autores bíblicos que sobre las realidades históricas del gran ausente, el dios Qos.

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[recibido: 25/10/22 – aceptado: 22/11/22]


1* Todas las citas al texto bíblico provienen de la Biblia de Jerusalén, Bilbao 31998.

1 Para estudios detallados sobre Qos y la religion edomita, con mucha bibliografía, véase Bartlett, Edom and the Edomites, 187-207; Knauf, “Qôs”; Dearman, “Edomite Religion”; Levin, The Religion of Idumea; Danielson, “On the History and Evolution of Qws”; Crowell, Edom at the Edge of Empire, 317-324; Tebes, “Names and Images of God Qos”.

2 Oded, “Egyptian References”; Knauf, “Qaus in Ägypten”; Lipiński, On the Skirts of Canaan, 364.

3 Tebes, “Names”, 114-115.

4 Beit-Arieh, “Inscriptions”, 260-262; “Epigraphic Finds”, 133-137.

5 Tebes, Nómadas en la encrucijada, 87-109.

6 Tebes, Quelques suggestions sur les toponymes ‘édomites’”; “Desert Place-Names”.

7 HayajnehAbabnehAl-Khyasheh, “Die Götter von Ammon, Moab und Edom”.

8 Beck, “Catalogue of Cult Objects”.

9 Ben-Arieh, “Temple Furniture”.

10 Knauf, “Qôs”, 676; Danielson, “On the History and Evolution of Qws”, 129-131.

11 Stern, “The Population of Persian Period Idumea”.

12 La bibliografía sobre los óstraca idumeos es inmensa; para un análisis de los nombres con elementos teofóricos Qos, véase Zadok, “A Prosopography of Samaria and Edom/Idumea”, 815-816; “On the Documentary Framework”, 206-209.

13 Rappaport, “Les Iduméens en Égypte”.

14 Milik, “Nouvelles inscriptions nabatéennes”, 236; Healey, “The Nabataean Inscriptions”, 50-51.

15 McKenzieReyes, “Religious Practice”; Tebes, Beyond Petra”, 338-341.

16 Knauf, “Qôs”, 676.

17 A pesar de los intentos de ubicar el libro de Crónicas en el período helenístico, las características internas de la obra así como los anacronismos con hechos o personajes contemporáneos hacen que la tradicional datación en el período persa sea todavía la más probable; véase Kalimi, An Ancient Israelite Historian, 41-65.

18 Para Doeg, véase Aster, “What Was Doeg the Edomite’s Title?”; Sasson, “Doeg’s Job”.

19 Para lo que sigue, véase Tebes, “Nacionalismo judío y retórica antiedomita”, 319-320 notas 42, 43 y 44.

20 Thompson, “Obed-Edom”.

21 GeseniusTregelles, Gesenius’ Hebrew and Chaldee Lexicon, DC.

22 BrownDriverBriggs, A Hebrew and English Lexicon, 714.

23 Knauf, “Edom”, 274.

24 Clines, Dictionary of Classical Hebrew. Vol. VI, 225.

25 Tebes, “Names”, tabla 2:28, 43; Schwiderski, Die alt- und reichsaramäischen Inschriften, 185; Zadok, “A Prosopography of Samaria and Edom/Idumea”, 822.

26 Por ejemplo, GeseniusTregelles, Gesenius’ Hebrew and Chaldee Lexicon, CXLV.

27 Knauf, “Qôs”, 674.

28 Hidalgo-Chacon Díez, Die theophoren Personennamen, 123.

29 Bartlett, Edom and the Edomites, 206; Knauf, “Qôs”, 676.

30 Bartlett, Edom and the Edomites, 200-201.

31 Vriezen, “The Edomitic Deity Qaus”, 352-353.

32 GeseniusTregelles, Gesenius’ Hebrew and Chaldee Lexicon, DCCXXX.

33 Clines, Dictionary of Classical Hebrew. Vol. VII, 238. Para qšt, véase Mathews, “Difficult texts”. Curiosamente, el término qwš sí fue utilizado como sustantivo en el hebreo post-bíblico, aunque no en el sentido de “arco”, específicamente en uno de los textos de Qumrán conocidos como Barkhi Nafshi. Aquí aparece el texto mqwš gwy[m, traducido como “la trampa de los gentiles” (4Q437 o 1QBarkd 2,14), con m de dirección + qwš; véase Seely, “4Q437”, 153.

34 Knauf, “Qôs”, 674.

35 Tebes, “Names”, tabla 2:25; Cross, Leaves from an Epigrapher’s Notebook, 90-92.

36 Peiser, “Miscellen”, 349-350.

37 Vriezen, “Qaus”, 345-352.

38 Granerød, “The Cup or Qôs?”, 587-590.

39 Wensinck, “De oorsprongen van het Jahwisme”, 34-36; Vriezen, “Qaus”, 353 n. 1.

40 Rose, “Yahweh in Israel – Qaus in Edom?”.

41 Bartlett, “Yahweh and Qaus”.

42 Amzallag, “Yahweh, the Canaanite God of Metallurgy?”, 392.

43 Kelley, “Toward a New Synthesis”.

44 Tebes, “La materialidad de los cultos del desierto”, 251-252.

45 Kloner, “Idumaean and the Idumaeans”, 177-178.

46 Stern, “The Population of Persian Period Idumea”.

47 Tebes, “La memoria colectiva judía sobre Edom”, 78.

48 Tebes, “Nacionalismo judío y retórica antiedomita”, 325-326; “La memoria colectiva judía sobre Edom”, 78-79. Amzallag sugirió que estos edomitas se agrupaban en torno al personal del templo dedicado al canto conocido como ezraítas; Amzallag, Esau in Jerusalem, 15-31.

49 Kalimi, The Reshaping of Ancient Israelite History, 56-57.